Los encuentros aumentan, en número e intensidad, pareciéndome curioso como saciamos las ganas con palabras y gemidos, utilizando nuestra imaginación, sin olvidar que detrás de cada deseo, sentimos.
Se nos escapa el aire y buscamos tranquilidad, que inútil la intención en estos momentos, sabemos lo que queremos y vamos a caer, por una frase, un suspiro o una risa en algún instante de la noche.
Ya no controlo las ganas, me susurras y no puedo más. Empezamos?.
Sabes lo que quiero y sé lo que te encanta. Donde, cuando y como...
Palabras entrecortadas que se llenan de placer, escucho atenta pensando que sos quien me recorre.
Lento, duro y sin parar.
Respiraciones aceleradas, que no hacen más que motivar, encender y acabar.
Tenerte aquí, saborearte tranquila, eso quiero. Nos separan un par de kilómetros al menos, aún así tan cerca, casi que siento tu tibio terminar.
Yo me tardo, pero esperas; ayudas y con las espalda arqueada, te dejo saber que termino, me escuchas y lo sientes, como si estuviera en ti. Nuestras vibraciones se complementan.
Ambos rendidos, bajo distintos techos, bajo el mismo aliento.Sonriendo.
Y ahora qué?.
Un dulce sueño nos espera.
