Puede que mi razón haya ganado al corazón, pero después de todo estoy bien hoy. Puede que me este escondiendo de mi misma, y que me oculte la verdad, pero la idea de que al fin puedo oirte y escuchar solo palabras, me fascina.
No deberías decir todo lo que dices, la imprudencia se aprovechó de los dos en algún momento, puede que yo comprenda exactamente lo que dices, pero en el fondo te sientes tan culpable, y la culpa viaja sola en estos días.
No imagines lo que no debes, eres un niño que no sabe lo que quiere, pero te amo asi. Solo no pretendas que puedo seguirte en el juego del que yo ya sali hace mucho, me pides que olvide lo dicho, lo he olvidado desde antes.
Será que ya no puedo verte como mi igual, como la solución innata de mi inhibición sentimental, y es que te amo tanto y por tantas razones, que llego a pensar que besarte no forma parte de la lista; pude nunca haber tocado tus labios y amarte igual de intensamente en este momento.
Tú, tan volátil de sentimientos, puede que me bajes el cielo, pero ya no me ilusiona la idea, lo que tenemos ahora es lo que quiero que nunca se vaya, no que me llenes de utopías sin gracia. Digo esto sin resentimientos, porque siento la necesidad de ayudarte a comprender tu corazón, tu cuerpo y tu razón, de sembrar en ti la duda para que llegues a la conclusion de que tanto a mi como a vos, más allá de lo que ya conocemos solo nos une el deseo, la pasión, que tan fácil se desvanece con un pensamiento, que tan fácil vuelve con una mirada a lo prohibido.
Estoy aqui para que te encuentres al final con una amiga excepcional, ya no me parece importante saborearte, comprendo al fin, que te amo, como nunca amé a nadie, te amo por ser vos, por haberme hecho saber que soy yo, por tener una burla a cerca de todo y sacarme una sonrisa en lo peores momentos, por el silencio que no rompimos porque nos abrumaba la felicidad, por las risas y las lágrimas que me hicieron cambiar.
Por eso y más, por eso y no por los besos ni las caricias equivocadas, tan necesitadas, pero estaban de más. Amarte no incluye desearte, es mucho más que eso. Admito que tu comportamiento infantil puede seducirme en algún momento, pero quiero que sepas que esa no es la base del sentimiento.
Me pides amnesia para curar tu culpa, pero ya no es necesario olvidar algo que ya no se queda en mi corazón, pídeme unos solos segundos para que mi mente reemplace las palabras, asi me desharé de lo dicho, así te sentirás mejor.
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