Quería meditar acerca de ella, con un cigarro en medio de mis dedos y la mirada perdida entre las hojas caídas de los árboles.
Esperando que la nicotina haga efecto, para entre cada mareo vivir un pensamiento, de esos que no se solucionan ni se hacen peor.
Será que sólo busco excusas para pensarla? Como si en el fondo opinara que no debo hacerlo.
Se ha consumido más de la mitad, mientras se derrite el chocolate en mi boca y noto el frío de la mañana, aún no sé si te estoy alucinando o te intento materializar.
Me aterro y no lo sabes.
No soy capaz de correr detrás de esto y me arrepentiré luego, lo sé y me acostumbro a ese sentimiento.
Ese sabor a dulce y amargo que me encanta, a indebido pero perfecto. Serás si quiera la mitad de esto que me imagino, te idealizo y siento que no me equivoco.
Llamadas y peleas interrumpen mi trance, perdí el humo de tu belleza entre mis pensamientos vanos y ahora que vuelvo ya no hay chocolate ni aire, ni esperanzas ni intención.
Volverán las palabras adecuadas para describir esto, por ahora camino apresurada bajo pequeñas gotas que se apresuran a caer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario