viernes, 25 de noviembre de 2011

Presente

Es una amistad intercalada, entre sueños y placeres, cosas dichas que ya no se recuerdan y recuerdos de los que no se puede hablar jamás.
Cuidando las palabras, siempre es malo decir una de más o dar un paso de menos. Jugamos a abrirnos para ir acortando las posibilidades de realmente ser sinceros.
Quisiera poder decir todo lo que pienso, esperar como antes un consejo a cualquier situación incómoda, no un regaño con aires de sentimientos encontrados, tan sabiamente callados.
Inseguridad, cuando antes me podía dejar caer.
Silencios, donde se lograban charlas interminables.
Sabes bien lo que hacemos, a la defensiva tratas cualquier tema que te haga sentir. Me divierte mencionar palabras prohibidas, me lastima la frialdad con la que tratas cuando las escuchas; parece que lo hago al propio cuando ya no quiero quererte más.
No es para terminar cosas, ni para empezar otras. Tampoco para revivir las heridas o poner a prueba nuestros bríos, que bien que los hacemos con cada suspiro; pero quiero a mi alma gemela de vuelta, llenar los vacíos que supiste convertir en alegrías.
Poemas sobre mi, sobre ella, sobre tu corazón lastimado, sobre mis labios callados.
Vuelven las ganas de gritar que se me quedan atoradas en la garganta.
Vámonos a dormir pensando que estamos haciendo todo bien, que con gemidos en la oscuridad nos mantenemos juntos, que con media historia contada sin emoción se refuerza la confianza.
Cerremos los ojos a lo que no queremos ver, hagamos lo mismo con el corazón, que los oídos escuchan lo que quieren dependiendo del clima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario